La industria fúnebre continúa diversificándose y atendiendo el desafío del siglo XXI, la actual crisis que invade el planeta con el deterioro del medio ambiente exige nuevas alternativas de conservación y cuidado. Las prácticas actuales del sector funerario no son definitivamente amigables para el medio ambiente, la cremación con la liberación de gases nocivos para la atmósfera; la inhumación “consume espacios de tierra fértiles”, sumando la contaminación que causa los ataúdes, los productos químicos y metales que conlleva este tipo de proceso.
La nueva técnica, se llama recomposición y «convierte los restos humanos y animales en tierra, su objetivo es nutrir la tierra y mediante la plantación de árboles dar nueva vida.
El proceso es muy simple, la descomposición del cuerpo aunado a materiales orgánicos, en cuatro semanas se obtiene el compost.
El estado de Washington ha sido el primero en legalizar convertir los cadáveres humanos en ‘compost’. La ley entrará en vigor el 1 de mayo de 2020, como ciudadano tendrás la opción de elegir entre la inhumación, la cremación o dar vida aun después de la muerte. Interesante cuestión.
Qué paradoja tan grande, en la actual era digital, Kant y su revolución de pensamiento siguen estando más vivos que nunca, pensamiento y acción.
¿Elegirías esta opción?