Cada historia tiene un largo camino por recorrer. Hoy dejo mis huellas para que, cuando te sientas solo y sin rumbo, puedas recurrir a estas letras y encontrar compañía en cada suceso que haga vibrar tu corazón.
- Donde dejé mis huellas, ahí estarás viviendo al máximo cada momento.
- Donde dejé mis huellas, ahí viviré la mejor aventura.
- Donde dejé mis huellas, ahí sabré que fui feliz.
- Donde dejé mis pasos, ahí sabré hasta dónde llegué.
- Donde dejé mi aliento, ahí sabré que pude salvar a otros.
- Donde dejé mi abrazo, ahí sabré que pude proteger lo que más quería.
- Donde estuvimos juntos, ahí sabré reconocer que el amor existió.
- Donde conté mi historia, ahí sabré que puedo inspirar a quien lo necesite.
- Donde brindé mi mano franca, ahí sabré que mi ayuda puede generar un cambio positivo.
- Donde pude cerrar los ojos y reconocer tu rostro, ahí sabré que todo ha valido la pena.
- Donde dejé una verdadera amistad, ahí sabré que tuve amor para dar a quien lo pidiera.
- Donde dejé mi consejo, ahí sabré que lo que haga hoy dará fruto mañana.
Donde dejé mi espíritu, ahí sabré que la lucha por alcanzar mis ideales continuará, incluso si yo ya no estoy aquí.
Donde dejé mi alma y corazón, ahí reconoceré que luchar por lo que creo correcto ha dejado un legado.
Donde pueda ver materializados mis sueños, deseos e ilusiones, ahí sabré que cada paso dado ha cumplido su objetivo.
Donde tú te encuentres, ahí sabré que ese es mi lugar seguro.
Donde dejé mis huellas, ahí sabré que sí se puede vivir plenamente.
Vivamos realizando aquello que nos llena y nos deja algo para construir una historia digna de ser contada. Todos tenemos algo para dar en cada instante.
Mantengamos siempre viva la huella de amor que nos une.
Porque…
#SíSePuede