Entre las ciencias médicas de mayor utilidad en la prevención y protección del embalsamador y de otros trabajadores funerarios, están la infectología y la epidemiología. La primera especialidad médica está enfocada al estudio de los agentes biológicos que al ingresar al organismo de las personas, pueden causarles enfermedades que generalmente son transmisibles de manera directa o indirecta a otras personas. Por ello estos padecimientos se denominan infecciosos, transmisibles o infectocontagiosos.
Por otra parte la epidemiología, es una rama interdisciplinaria y aplicada de la medicina y propiamente de la salud pública que se ocupa del estudio de la frecuencia, distribución y factores determinantes de la salud y de la enfermedad, desde un enfoque poblacional, es decir, aunque trabaja con personas individualmente, su abordaje es sobre los grupos de población. Así se ocupa de la vigilancia, prevención y control de epidemias. Los profesionales de estas especialidades médicas, se apoyan y se complementan en las tareas de proteger de riesgos y daños la salud de los trabajadores funerarios y de la población en general.
Entre los principales conceptos que todo embalsamador debe conocer respecto a estas especialidades, podemos mencionar, los siguientes:
Agente infeccioso: Micro-organismos (virus, rickettsia, bacteria, hongo, protozoario), o parásitos (helminto y otros) capaces de producir una infección o una enfermedad infecciosa.
Enfermedad infecciosa: Enfermedad clínicamente manifiesta, del hombre o de los animales, causada por un agente microbiano.
Enfermedad transmisible: Cualquier enfermedad causada por un agente infeccioso y/o parasitario específico; o por sus productos tóxicos; o por los productos tóxicos de otros agentes biológicos. Se manifiesta por la transmisión de ese agente o sus productos, de una persona o animal infectado, o de un reservorio a un huésped susceptible. Puede transmitirse en forma directa, o indirecta por medio de un huésped intermediario de naturaleza vegetal o animal, de área geográfica determinada.
Infección: Penetración y desarrollo o multiplicación de un agente infeccioso en el organismo de una persona o animal. No es sinónimo de enfermedad; puede manifestarse o no clínicamente (aparente o inaparente).
Infestación: Se entiende por infestación de personas o animales, el alojamiento, desarrollo y reproducción de artrópodos en la superficie del cuerpo o en la ropa. Los objetos o locales infestados, son los que albergan o sirven de alojamiento a los animales, especialmente artrópodos y roedores.
Virulencia: Grado de patogenicidad de un agente infeccioso, indicado por las tasas de letalidad, o por su capacidad para invadir y lesionar los tejidos del huésped, o por ambos parámetros.
Vulnerabilidad: Es la susceptibilidad de un problema de salud que permite su reducción por existir instrumentos específicos de prevención y control.
Es uno de los criterios epidemiológicos para definir prioridades en salud pública. Período prodrómico: Intervalo de tiempo entre los primeros síntomas de la enfermedad y el inicio de los signos o síntomas en base a los cuales puede establecerse el diagnóstico.
Reservorio de agentes infecciosos: Cualquier ser humano, animal, artrópodo, suelo, materia, o una combinación de ellos, en el cual normalmente vive y se multiplica un agente infeccioso del cual depende para su supervivencia, de manera que pueda ser transmitido a un huésped susceptible.
Susceptible: Cualquier persona o animal que no posee suficiente resistencia contra un agente patógeno determinado, que le proteja contra la enfermedad si llega a estar en contacto con el agente.
Período de trasmisión: Intervalo de tiempo durante el cual, una persona o animal infectado transfiere un agente biológico a otro individuo, al medio ambiente o al organismo de un vector hematófago, posibilitando por lo tanto su transmisión a otro huésped.
Modo de trasmisión: Cualquier mecanismo por medio del cual un agente infeccioso se propaga desde una fuente o un reservorio hasta un nuevo huésped.
Transmisión directa (contagio): Transferencia del agente etiológico sin presencia de vehículos. Puede ser inmediata, mediante contacto entre la fuente primaria de infección y el nuevo huésped. Y mediata: sin contacto físico. La transmisión se hace por medio de secreciones oro-nasales (gotitas de Pflugge).
Transmisión indirecta: Transferencia de agente etiológico por medio de vehículos animados o inanimados. Para que la transmisión indirecta pueda ocurrir, es esencial que los gérmenes sean capaces de sobrevivir fuera del organismo durante un cierto tiempo y que haya un vehículo apto, que lleve los gérmenes de un lugar a otro, de modo que permita sobrevivir al agente.
(Fragmento del artículo que se publica en NOVUS FUNERARIO Nº4, ya en circulación)
Fuente:
Colimon, K. Fundamentos de epidemiología. Ediciones Díaz de Santos, 1990.
Kumate, J. Manual de infectología. F. Méndez Cervantes, 1989.
Quintana, P. Glosario de términos, epidemiología. UNAM. 2012.