En la tercera semana de mayo se empezaron a reabrir las puertas de las funerarias en Nueva York, como parte de la fase 2, donde la mayor premisa era evitar reuniones presenciales con grupos de más de 15 personas, a fin de cumplir con lo indicado sobre el distanciamiento social. Se hizo general que durante la contingencia los velatorios no sean de más de dos horas permitiendo la despedida del ser querido a los familiares más cercanos.
Es imperativo recordar que la diversidad de culturas, tradiciones y creencias frente a la muerte, generan cierta dificultad para quienes se encargan de la coordinación de los servicios funerarios, toda vez que las limitaciones difícilmente son aceptadas, generando mayor incomodidad y complicación para todos. El entierro o cremación deben ser privados, el ingreso de una o dos personas es lo permitido. Hasta que la curva de contagio y fallecimientos no se estabilice, no será seguro aperturar la capacidad de personas familiares y amigos que puedan acompañar un servicio de velación y disposición final del cadáver. Se olvida a veces que también es muy importante preservar la vida de los trabajadores de los panteones y crematorios.
Las indicaciones gubernamentales indican que al igual que las funerarias, las iglesias deben limitar la asistencia a una tercera parte de la capacidad de ocupación, manteniendo en los asistentes la sana distancia, y el suministro de elementos de limpieza y sanitización con sus respectivos protocolos. Es importante mencionar que también los cines, teatros, centros comerciales, deben acogerse a todas estas normas. Se busca evitar la propagación de más contagios, el quedarnos en casa además de protegernos ayuda a que las entidades de salud no colapsen al igual que funerarias y cementerios.
En Nueva York, los crematorios son insuficientes para dar respuesta a tan numerosos servicios, los fallecidos por Covid-19 o sospechosos deben ser llevados directamente del lugar del fallecimiento a ser cremados, tuvieron que llevar a otros Estados dada la insuficiencia, por tanto ante el mayor riesgo que esta práctica conlleva se opto por la implementación de furgones hechos en cuarto frío, para dejar allí en custodia los cadáveres mientras pueden ser cremados directamente en la ciudad, evitando además las equivocaciones en la entrega de cenizas. Estos furgones pertenecen a empresas proveedores de tal servicio, creadas en los años 40 para ofrecer recogida, embalsamada y presentación de los cadáveres.
Los fallecidos por causas diferentes al Covid-19, se hace el reconocimiento con máximo 2 familiares y pueden estar hasta 5 personas por un máximo de dos horas en el velatorio. Se trae una precaución para todos los casos y es que no se puede tocar ningún cuerpo hasta ser verificada la causa de la muerte. Hasta ahora no se ha presentado ningún fallecimiento por Covid-19 de funcionarios de las empresas funerarias, pero si algunos casos de contagio.
Recordemos que en Estados Unidos la mayoría de las empresas funerarias son de carácter familiar, empresas medianas y pequeñas, prestando en el año unos 200 servicios, con un máximo de 15 sedes, de las cuales en esta contingencia apenas están funcionando con 7 sedes en promedio, por asuntos de logística. Ejemplos como Funeraria Ortiz con 2 filiales y 18 funerarias, está operan con 6 sedes al igual que la Servis Corporation International, puesto que allí no alcanzan a manejar un nivel alto de servicios como lo hacen los grandes corporativos españoles por ejemplo. Los servicios se prestan directamente a los familiares o a través de autorización de aseguradoras.
Estos datos han sido suministrados a través del Director de la de la Asociación Latinoamericana de Tanatopraxistas ALT, Dr. Camilo Jaramillo Uribe. Licenciado en Embalsamamiento y Restauración de la American Academy MC AllisterInstitute, de New York y Director funerario titulado de la AAMI de Nueva York y FNA de Springfield.
Al día de hoy, 8 de junio de 2020, Nueva York con una población reportada de 8.988. 326 habitantes, registra 16.877 fallecidos por Covid-19, un 0.1878%. La curva de contagios y decesos se ha ido manteniendo plana, el día 1 de junio se presentaron 1.329 decesos, el día 6 de junio se reportaron 781, una reducción importante que se está manteniendo.
Es imperativo cumplir con la llamada distancia social, los funerales deben seguir limitando la asistencia de familiares y amigos de la persona fallecida a la tercera parte de su capacidad de ocupación, no se permite socializar a través de las ventanas de los vehículos, se indica ofrecer servicios de funerarios virtuales y música instrumental grabada durante la ceremonia de inhumación o cremación; los trabajadores deben estar vestidos con un atuendo que les deje sin piel expuesta, con máscaras de tela sobre boca y nariz, guantes. Se debe tomar la temperatura a los asistentes, preguntar sobre signos de enfermedad antes de autorizar su ingreso al recinto funerario, asegurarse de que los baños estén disponibles deben asegurarse de que los baños solo los use una persona a la vez y que las superficies de alto contacto se desinfecten adecuadamente después de cada uso. Proporcionar a todos los asistentes desinfectante de manos, instalaciones para lavarse las manos, pañuelos desechables y cestas de basura en lugares convenientes. Cero suministro de alimentos y bebidas, se debe minimizar al interacción verbal. Además deben establecer un proceso de limpieza y desinfección que siga todos los protocolos establecidos.
Todos los protocolos y requisitos deben estar publicados en lugar visible en todas sus instalaciones, asegurarse de que todos los trabajadores conozcan y practiquen rigurosamente lo establecido, incluyendo el evitar tocarse la cara, ojos, nariz, boca; y deben saber a quien dirigirse para comunicar sus inquietudes, todo esto en búsqueda de minimizar el riesgo potencial de exposición.
México, con un población reportada de 135.880.322 habitantes, reporta hoy en sus cifras oficiales 19.629 fallecidos por Covid-19, un 0,0218%, dónde en el mes de junio éste ha sido el comportamiento:
Día Fallecidos reportados
1 2.771
2 3.891
3 3.912
4 4.442
5 4.346
6 3.593
7 3.484
Se entiende que se han venido cumpliendo los protocolos internacionales, con las consiguientes adaptaciones locales, permitiendo un máximo de 3 personas por fallecido en la cremación y hasta 10 si es inhumación.
Todos los cuerpos son retirados en bolsas especiales, no hay embalsamado, el ataúd se sella de forma hermética y se cubre con plástico al igual que el cadáver. Se permiten hasta 20 personas en el velatorio, que no puede ser ofrecido por más de 4 horas. Algunas familias han optado por la cremación directa. No hay lugar a despedida en el crematorio si la causa de muerte ha sido el Covid-19. Se permite de acuerdo a los ritos, costumbres familiares y normas de la ciudad la inhumación, en el menor tiempo posible luego del deceso.
Si la causa de la muerte ha sido por otra causa, se está cumpliendo con un servicio de velación de mayor tiempo, teniendo en cuenta la sana distancia y las medidas de higiene.
Al igual que Nueva York el tiempo de espera para cremación puede tardar días, y se garantiza la sanidad de los cuerpos mientras pueden entrar a cremación. Ciudad de México tiene el máximo número de fallecimientos, a la fecha se registran 1200 fallecidos promedio a la espera de ser cremados, en contenedores refrigerados, no conlleva ningún peligro de contagio, la cadena de frío es primordial en esta contingencia.
El IMSS procura que los familiares no se acerquen a los fallecidos por Covid-19 a fin de evitar mayor propagación del virus, no aprueba que se haga velatorio y recomienda que se haga lo más rápido el proceso de disposición final del cadáver. Se espera que al terminar el mes de junio estén volviendo a la llamada “nueva normalidad” y que la reapertura de los diversos sectores de la economía no propicie un aumento de contagio y muerte.
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