Y de pronto amanecimos y nos tuvimos que enfrentan con una realidad que no entendíamos, aparecieron ciertas exigencias que trajeron consigo nuevos miedos, y nos dijeron que teníamos que volver a construir nuestro proyecto de Vida … y entonces, ¿qué pasó con los propósitos y metas que habíamos escrito? Pues ya no van nos dijeron, y entramos en shock, en un duelo que no esperábamos, que es global, que trae incertidumbres nuevas.
Ahora ya sabemos que una pérdida es el resultado de algo que teníamos tangible o intangible y ya no tenemos, que trae sentimientos normales cuando la vida no se ajusta a las expectativas y se nos obliga a reconfigurar nuestro ser. Que las pérdidas son de carácter somático cuanto intervienen el cuerpo físico; sociales en cuanto perdemos roles privilegiados, relaciones interpersonales; psicológicas por pérdidas afectivas, cognitivas, intelectuales, de la voluntad, del sí mismo, de lo amado y relacionadas a la construcción de la realidad y el futuro psicológico.
Nos enfrentamos entonces al llamado proceso de duelo, definido como una construcción que se da en torno a una pérdida, conlleva un proceso adaptación, nos obliga a construir una nueva forma de vida, con una transición tarda tiempo, y que trae sus etapas. Tantas pérdidas que nos sumergen en el duelo, para unos más fácil o complejo que para otros, con más o menores recursos para afrontar todo esto.
Desde las áreas de recurso humano de las empresas se sugiere ofrecer un mayor apoyo social a los colaboradores, máxima interacción con su comunidad, generar recordación del objetivo propuesto por la salud mental de los empleados, puesto que, si se encuentran en tal proceso, la empresa misma lo resiente. ¿Qué se sugiere?
Tener una entrevista individual con cada uno de los integrantes de los equipos de trabajo, donde se identifiquen las necesidades de acompañamiento dentro del entorno, con ello definir estrategias concretas para facilitar los procesos de duelo, diseñar y realizar actividades de acompañamiento y de liberación emocional, recordando que es importante encontrar el sentido de la pérdida y hacer ver la importancia de empezar a construir nuevas historias.
Sugerir que cada integrante del equipo realice un inventario de lo que tiene, recordando la importancia de las fortalezas humanas con el fin de potenciar sus competencias blandas, su gestión emocional, sus formas de comunicarse, su autoliderazgo.
Las pérdidas hacen que revisemos nuestras prioridades vitales, busquemos oportunidades para aplicas el aprendizaje que deja, generar nuevos proyectos y relaciones.
El dolor emocional es de complejo manejo, pérdida tras pérdida, con su consecuente dolor, dolor del alma cuando se trata de la muerte. Se ha de tratar con calor humano, no se vale vivirlo en soledad.
El duelo es el proceso que viene tras una pérdida significativa, implica adaptarse a la nueva situación, nos ubica en una situación de vulnerabilidad total, duele la vida misma y se complica ante la imposibilidad de una despedida acorde con nuestras tradiciones y creencias. Cuesta más aceptar la muerte, se desea y añora intensamente volver a ver a quien partió, se siente resentimiento, se pierde el sentido de vida, la confianza en los demás, no es posible mantener la energía vital, la concentración para el trabajo.
Si los casos de pérdidas por muerte implican a muchos de los colaboradores, viene bien organizar un grupo de apoyo, donde se permita hablar de lo que se siente, del dolor, todos traemos mucho que decir, aprender a gestionar las emociones que se van haciendo presentes, comentarlas, buscar maneras de trabajar en ellas. Facilitar espacios desde donde se de espacio a la expresión emocional del trabajador, asegurarse de que se valide su experiencia. Las emociones que predominan cuando afrontamos el dolor del duelo y podemos trabajar de forma colectiva son:
- Tristeza: Acompañamiento amoroso, redes de apoyo.
- Miedo: Expresión emocional, restructuración cognitiva.
- Inquietud: Actividades prosociales, estéticas o espirituales.
- Incertidumbre: Información fidedigna, conocimiento.
- Frustración: Replantear planes, adaptarse creativamente.
- Ira: Ejercicios psico corporales, movilizar habilidades.
Resulta importante brindar al colaborador la flexibilidad posible en su horario de trabajo, toda vez que el proceso de duelo se elabora de forma individual, ocupa descansar; buscar formas de reducción de la carga laboral, puesto que, durante los primeros días del suceso de la pérdida, difícilmente se puede mantener la concentración, el ritmo de trabajo disminuye. Siempre imperativo buscar la ayuda de un profesional del duelo, retornar al trabajo resulta difícil tanto para quien trae la pérdida como para el ambiente laboral, la empresa, por tanto, puede ser punto de apoyo para sobrellevar estos procesos en pro de brindar bienestar y felicidad a sus empleados.
Tener presente la importancia de la escucha activa y la comunicación efectiva, es importante preguntar a la persona en duelo por sus necesidades.
Los seres humanos nos desarrollamos en diferentes dimensiones: la personal, familiar, laboral, social, profesional, la salud, modos de diversión, entre muchas más; la relación entre las mismas permite el desarrollo humano, el bienestar y el crecimiento, si una de ellas se impacta, es posible que afecte a todas las demás.
La vida de los seres humanos se desarrolla en diferentes áreas: personal, familiar, laboral, social, profesional, ocio, salud, entre otras. La interrelación entre ellas permite el desarrollo humano, el bienestar y la potenciación de capacidades, por lo que, cuando una se altera, es probable que impacte y afecte a todas la demás.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) define la salud mental como un estado de bienestar en el cual el individuo es consciente de sus propias capacidades, puede afrontar las tensiones normales de la vida, puede trabajar de forma productiva y fructífera y es capaz de hacer una contribución a su comunidad, reconociendo que la posibilidad de ser productivo mientras se afrontan las tensiones normales de la vida, hace parte de la salud mental.
La relación organización-trabajador debe ser bidireccional, el empleado aporta sus conocimientos y capacidades; y por su parte, la organización debe garantizar un ambiente que facilite el equilibrio entre las diferentes áreas de la vida.
La productividad y el desempeño laboral requiere que los integrantes de cada equipo de trabajo mantengan su motivación, resulta propicio involucrar un tema como el duelo cuando se consideran las condiciones sociales y psicológicas que hacen parte del ambiente laboral. Nos han educado para la vida, para el trabajo, para la sociedad, hace falta que aprendamos de la muerte.
La sabiduría radica en ser capaces de agradecer cuando las cosas no van bien, te da un margen importante de crecimiento, mejoramiento y aprendizajes, la oportunidad de superar limitaciones, conectar con los demás y con tu entorno. La gratitud nunca sobra, fortalece la mente y ennoblece el alma.
Referencias:
- Acuña J, Fenandez M, Waczynski B. El acompañamiento de las empresas en procesos de duelo [Internet] [Licenciatura en Administración de Empresas]. [Argentina]: Fundación Universidad Argentina de la Empresa [UADE]; 2019. Available from: https://repositorio.uade.edu.ar/xmlui/bitstream/handle/123456789/9039/Acu%c3%b1a.pdf?sequence=1&isAllowed=y
- Organización Mundial de la Salud [OMS]. Salud mental: fortalecer nuestra respuesta [Internet]. Organización Mundial de la Salud. 2018. Available from: https://www.who.int/es/news-room/fact-sheets/detail/mental-health-strengthening-our-response
- Organización Mundial de la Salud [OMS]. Salud mental en el lugar de trabajo [Internet]. WHO. World Health Organization; 2019. Available from: http://www.who.int/mental_health/in_the_workplace/es/