La tuberculosis pulmonar (TBP) es una enfermedad infecciosa causada por Mycobacterium tuberculosis, que se transmite por vía aérea mediante la inhalación de bioaerosoles expulsados por personas enfermas. Aunque asociamos su contagio a personas vivas, también existe un riesgo real para quienes manipulan cadáveres, especialmente en los servicios funerarios.
¿Cómo se transmite la TBP en una funeraria?
Cuando una persona fallece por TB activa, sus pulmones pueden contener aún aire y secreciones con bacilos viables. Al realizar tareas como el traslado, el lavado o el embalsamamiento, se pueden liberar aerosoles invisibles que, si se inhalan, pueden contagiar a los trabajadores.
Durante el embalsamamiento, el uso de cánulas para aspirar cavidades o inyectar líquidos a presión puede provocar la expulsión de secreciones pulmonares contaminadas. Estos procedimientos son considerados de alto riesgo de aerosolización.
Evidencia científica del riesgo
Estudios en Estados Unidos han mostrado que los embalsamadores tienen mayor incidencia de infección tuberculosa latente comparado con otros trabajadores funerarios. Se han documentado casos donde el contagio fue confirmado por análisis genéticos entre la cepa del fallecido y la del trabajador afectado.
Aunque no es común, el riesgo existe y puede ser subestimado si no se aplican medidas de prevención apropiadas.
¿Qué hacer para protegerse?
- Usar siempre equipo de protección personal (EPP): guantes, bata impermeable, protección ocular y mascarilla N95 o superior.
- Ventilación adecuada en las salas de preparación, con extracción hacia el exterior y presión negativa si es posible.
- Evitar embalsamar cadáveres con sospecha o confirmación de TB. Si es necesario, extremar precauciones.
- Capacitación continua sobre bioseguridad y manejo de agentes infecciosos.
- Vigilancia médica: pruebas de detección de TB (como PPD o IGRA) al ingreso laboral y periódicamente.
Normativas y respaldo institucional
Organismos como la OMS, los CDC y la Secretaría de Salud de México reconocen el riesgo ocupacional de TB en funerarias. Las recomendaciones coinciden en aplicar precauciones estándar en todos los casos, y precauciones especiales de aislamiento respiratorio en casos sospechosos o confirmados.
La OIT también incluye a la tuberculosis en su lista de enfermedades profesionales, lo que refuerza el derecho de los trabajadores a contar con condiciones laborales seguras.
Conclusión
La tuberculosis pulmonar representa un riesgo real en los servicios funerarios, especialmente durante el embalsamamiento. Sin embargo, con medidas de bioseguridad adecuadas, este riesgo puede reducirse de forma significativa.
Proteger a los trabajadores funerarios no solo es una responsabilidad legal y ética, sino también una forma de honrar la vida y la salud de quienes se dedican a acompañar la última despedida.