El pasado 11 de marzo de 2020, después de que en diciembre de 2019 se registraran los primeros casos de una nueva neumonía grave y mortal en Wuhan, China, la Organización Mundial de la Salud decidió declarar que el creciente número de los casos COVID-19 representaban ya una epidemia mundial, es decir una pandemia.
Los primeros 26 casos ocurrieron en clientes de un mercado de mariscos, que habían sido contactos del primer enfermo identificado. El 30 de enero de 2020, con la confirmación en diversos países del mundo de 7818 casos, el Dr. Tedros Adhanom Ghebreyesus, Director General de la OMS, reconoció a esta incipiente pandemia como una Emergencia de Salud Pública. Ante ello propuso un Plan Estratégico de Preparación y Respuesta, que incluyó una emotiva exhortación a los centros de investigación del mundo para que crearan de manera urgente los medicamentos y las vacunas necesarias para detener el avance y estragos de la COVID-19.
Después de solo un año, se ha propagado por 224 países con 119 millones de casos acumulados, 25 millones de activos, más de 2.6 millones de defunciones. No se han logrado descubrir y crear fármacos curativos de esta enfermedad; pero se ha conseguido crear varias plataformas de vacunas anti COVID-19, con las cuales se han aplicado casi 335 millones de dosis, para un total de 75 millones de personas con esquema completos.
Esta cifra aunque es un avance meritorio, está muy lejos todavía de lo que se necesita, considerando que la población mundial es de 7 869 403 746 personas y se requiere idealmente de que el 70% (5 mil y medio millones) de ellas estén inmunizadas para lograr una inmunidad de grupo que detenga la propagación de la pandemia.
Además como consecuencia de la desigualdad económica y de poder que existe en el mundo, pese a los llamados de la Organización Mundial de la Salud, se está concentrando la producción y acceso a las vacunas en unos cuantos países, lo cual hace todavía más improbable que en este año se logre una cobertura universal en inmunización anti COVID-19.
Por lo tanto, aunque a nivel mundial se observa por octava semana una reducción sostenida de casos y de muertes por covid-19, la expectativa es de que aún no está cerca la definitiva conclusión de la pandemia y de la desproporcionada demanda de servicios de salud y funerarios ocurrida en 2020.
Curva de casos y defunciones por COVID-19 (30 de diciembre de 2019 al 14 de febrero de 2021)
El comportamiento de la pandemia en forma de olas, representan un riesgo permanente de que los servicios funerarios sean rebasados cada vez que se reactive la propagación de casos, ahora con nuevas cepas y variedades. Además la región de las américas (que incluye EEUU) sigue siendo el centro más activo de la pandemia.
Después de que la segunda ola causó en Europa, EEU y países de América Latina, más casos y defunciones que en la primera ola, la Organización Mundial de la Salud anunció en enero de este año 2021, que en Europa se inició una tercera, que al momento está afectando muy importantemente a Italia.
América Latina y México no están exentos de que precisamente ahora que empieza a disminuir la potencia de esta segunda ola y se logre algún avance en la vacunación, nos sorprenda una tercera ola, que ante la crisis económica por el cierre de negocios, la fatiga del personal de salud y funerario y el hartazgo de la población por lo prolongado del confinamiento y restricciones de la movilidad durante 2020, culmine en una mayor explosión de enfermos y fallecidos.
En México se han presentado dos olas de la pandemia por COVID-19. La primera ola abarca del 15 de Abril al 19 de Noviembre de 2020. Está claramente relacionada a la Semana Santa que se festejó del 5 al 11 de abril. Tratando de que la población permaneciera en su casa, se adelantaron dos semanas las vacaciones escolares y de la burocracia. La explosión de casos determinó que las autoridades ordenaran una suspensión de clases presenciales que hasta la fecha sigue vigente. El pico de casos fue en agosto 5 con 6139 confirmados. Hubo dos picos de defunciones, el primero se registró el 21 de junio del 2020, con 1044 fallecidos. El segundo fue el 5 de octubre con 2 789 fallecidos.
La segunda ola, abarcó del 20 de noviembre del 2020, al 13 de marzo de 2021. Tuvo dos picos de casos de COVID-19. El primero se registró el 12 de diciembre con 12 057 confirmados. Estuvo relacionado a las fiestas de la Virgen de Guadalupe. El segundo fue el 22 de enero con 21007 confirmados. El pico de defunciones se registró el 26 de Enero de 2021, con 1746 fallecidos. Los casos y las defunciones estuvieron relacionados a los festejos de fin y principio de año Hasta el 13 de marzo se registran un promedio de 650 muertes.