Si bien es sabido que ante la Ley de la Oferta y la Demanda, hay quienes hacen su dichoso “agosto” y ante esta contingencia que estamos viviendo no es la excepción, es increíble como las personas ante una necesidad de salud no tengan consideración y aumenten considerablemente los insumos, los precios se han elevado hasta más de 200 %, provocando que sea difícil la compra de todo material quirúrgico para quienes realmente lo necesitan, ya que también al realizar las compras masivas exista un desabasto de material.
Los sectores que realmente se han visto afectados con este aumento de precios son los sectores de salud y el funerario, estos últimos, no sólo batallan con la falta de servicios ya que debido a las normas por las autoridades competentes no se les permite llevar acabo velaciones, les tienen restringido este servicio, por lo que los ingresos se han visto afectados considerablemente, aunado a todo esto tienen que afrontar el costo elevado de los insumos que tienen que usar tanto para protección de su persona, como para sus clientes.
La adquisición de guantes, cubre bocas N-95 o cubre bocas de 3 capas, botas desechables, batas quirúrgicas, bolsas para cadáver, overoles, gel antibacterial, todos estos insumos se están haciendo más difícil de adquirir tanto por la existencia como por su costo elevado.
Hay zonas donde la competencia por ofrecer servicios funerarios es demasiada, ahora tienen que competir por ver quién puede ayudar mejor a sus clientes tomando en cuenta todos los protocolos de seguridad, que van desde realizar los trámites necesarios para liberar el cuerpo hasta el traslado directo a los hornos crematorios, todo esto con el personal altamente preparado y con el equipo de protección personal necesario para llevar a cabo este difícil trabajo puesto, que el temor por llegar a contagiarse es muy grande.
La situación actual es algo que no se tenía previsto por lo que para muchos lugares se tiene el temor de que los hornos crematorios no sean suficientes para dar el servicio, como lo es para el Estado de Jalisco que desde el 13 de marzo están tomando sus precauciones de acuerdo a las indicaciones de la Comisión para la Protección contra Riesgos Sanitarios en el Estado (Coprisjal), este Estado cuenta con hornos crematorios municipales y privados, algunos tienen capacidad para cremar 39 cuerpos diarios, otros entre 8 y 9 cuerpos por día.
Aun y cuando se tengan las instalaciones para brindar el servicio de cremación el temor es que las defunciones por diagnóstico de COVID-19 o cualquier tipo de neumonía tengan un aumento considerable y rebase la capacidad para brindar el servicio.
Las autoridades de este Estado están trabajando en conjunto con las autoridades de Salud para evitar en lo posible que el número de defunciones no sea mayor del que se está presentando, aun no se sabe que zonas serán las más afectadas por este virus.
En esta contingencia el sector funerario está siendo golpeado por una crisis económica, puesto que autoridades gubernamentales les están exigiendo cero velaciones, reducción de personal en las instalaciones, trabajar solo en lo necesario, provocando que exista una disminución considerable de ingresos.
Por todo esto es importante que cada Estado en conjunto con las autoridades gubernamentales tanto federales como estatales y en colaboración con las empresas tomen las normas y precauciones necesarias para evitar que este virus se siga propagando entre las comunidades, es necesario que todas las personas que tienen que salir de casa sea porque realmente lo amerita, el controlar este virus está en nuestras manos.
Bibliografía.
https://www.noticiasdelsoldelalaguna.com.mx/local/funerarias-tambien-tienen-crisis-5101070.html
https://www.mural.com/libre/acceso/accesofb.htm?urlredirect=/listos-a-medias-en-las-funerarias/ar1923447?v=2