Japón está ubicado al este de Asia. Su territorio está constituido por un archipiélago de islas, con una extensión de apenas 374,744 km², en la que viven casi 130 millones de personas, por lo tanto se trata de un país sobrepoblado y con una alta densidad de 336 personas por km².
Pese a su escasa disposición de recursos territoriales y naturales, Japón es una de las mayores potencias económicas no solo de Asia, sino del mundo. Prueba de ello es que se ubica en el 3er puesto de la lista internacional de los países más ricos. Esto lo ha logrado por una política estricta para maximizar el aprovechamiento de lo que posee, de aumentar su productividad y mantenerse en permanente innovación en todos los campos.
Otra característica de su población, es que se trata de la más envejecida del mundo, con más del 20% de japoneses tiene más de 65 años. En la década de los 50 pudo elevar la esperanza de vida, que actualmente se estima en un promedio de 85 años. Además son muy numerosos los ancianos que tienen más de 90 y 100 años. Esto lo consiguió Japón aplicando grandes recursos en su educación, sistema de salud y de cuidado de niños y adultos, que son los consentidos de ese país.
Pese a todos esos avances, la muerte es inevitable y los japoneses siguen muriendo por cáncer, cardiopatías, accidentes cerebrales y accidentes, todas causas relacionadas al estrés y a las condiciones de vida propias de países industrializados y post-modernos.
En correspondencia a sus creencias (el 90% son budistas que veneran a sus antepasados) y cultura (el responsable de atender a sus padres es el hijo mayor), el funeral japonés incluye un velatorio, la cremación de los difuntos, un entierro en familia, y un servicio conmemorativo periódico. Después de recibir la urna con los restos cremados de su familiar, que mantienen un tiempo variable en su domicilio, son llevados después a un cementerio para darles sepultura, con el ritual apropiado.
El resultado es que Japón, país rico, sobrepoblado y envejecido, tiene un serio problema con una sobre-demanda de servicios funerarios, sobre todo considerando que siendo la cremación lo más habitual en el tratamiento final de los cuerpos, sólo cuenta con 26 hornos crematorios para ese propósito.
Por otra parte los rituales requieren vestido, maquillaje y utensilios sofisticados, lo cual incrementa en mucho su costo. Aunque la costumbre señala que los dolientes acompañantes aportan de 3 mil a 30 mil yenes, para muchos japoneses el costo de los funerales de sus familiares es realmente abrumador. El coste promedio es de unos 2 millones de yenes (335 mil pesos). Sus precios así, son los más altos del mundo.
Otra circunstancia es que hasta hace unos años muchas funerarias japonesas no entregaban la cuenta de los costos, hasta que terminaba el funeral.
Oportunidades de Mercado
Esta situación crítica ha llevado al gobierno japonés a hacer más rigurosas sus regulaciones del mercado funerario. Por otra parte los empresarios de otros ramos como el hotelero, al advertir la alta rentabilidad y demanda de los servicios funerarios, han desarrollado estrategias para convertirse en proveedores de esos servicios. Como los crematorios están saturados y la espera puede ser de hasta 4 días, algunos hoteles ofrecen por un precio de 9 mil a 12 mil yenes (de 1,500 a 2,00 pesos) por noche el alojamiento de los cuerpos, en habitaciones refrigeradas.
Esta reacción de los hoteleros se explica también porque existe una tendencia a la reducción de matrimonios y celebración de fiestas de bodas.
Así los hoteles, al ofrecer servicios funerarios de un promedio de 200 mil yenes, diez veces menos que el costo de los servicios prestados por los empresarios funerarios tradicionales, se han convertido en serios competidores, más aún cuando ofrecen además planes de pago mensuales.
Además de la introducción de los hoteleros a la industria funeraria, es creciente el número de empresas que en el Japón incluyen la prestación a sus empleados de servicios funerarios, las cuales cuentan ya con tumbas propias en el mayor cementerio de ese país, ubicado en el Monte Koya.
Siendo Japón una visión de lo que el futuro depara a países emergentes como México (también sobrepoblados, envejecidos; pero no ricos), todo lo anterior, más allá de considerarlo como algo curioso, nos debe hacer reflexionar a los empresarios funerarios en lo que debemos revisar, adecuar y cambiar para mantenernos competitivos y preparados para la evolución de las necesidades del país y de las oportunidades de servicio para esta noble industria.
Imagen de Portada: Tech Insider, (2016). [image] Available at: http://static3.techinsider.io/image/57275b9c9105841d008c01fb-3944-2958/rtx2c4kt.jpg [Accessed 10 May 2016]. Imagen de Contenido (Metro): Sean Pavone / Shutterstock.com