Ninguna profesión o servicio está exento de la necesidad de ser empático con el cliente, pero hay algunas que requieren mayor atención en este rubro; sin duda alguna, el sector funerario es uno de esos trabajos en donde la falta de empatía y compromiso no solo afecta la economía de la empresa, sino también el bienestar del cliente.
No obstante, en Colombia, a finales de 2020, se dieron casos que distaron mucho de la seriedad que una empresa funeraria necesita tener. La Superintendencia de Industria y Comercio, organismo público de aquel país encargado de vigilar la actividad comercial, emitió en su momento sanciones para siete funerarias.
Seis de las empresas fueron multadas por incumplir con requerimientos de información hechos por el organismo, para verificar las modificaciones o restricciones en la prestación de los servicios funerarios debido al virus Covid -19, obstaculizando las acciones de inspección. Otra empresa fue multada por infringir las normas de protección al consumidor, relacionadas con el uso información, publicidad y derechos de retracto y reversión del pago, entre otras cosas. Una funeraria, además, incurrió en publicidad engañosa al anunciar información confusa o equivocada.
En total, las multas sumaron un monto de 294 millones de pesos de aquél país, equivalentes, según el tipo de cambio en junio de 2022, a 1 521 893.98 pesos mexicanos o 77 763.47 dólares estadounidenses.
En México, el aumento en decesos durante la pandemia por COVID-19 provocó una mayor demanda de servicios funerarios, lo que se tradujo en un aumento en el número de inconformidades. En el año comprendido entre agosto de 2020 (poco después del inicio de la pandemia) a agosto de 2021 (cuando ya se estaban implementado campañas de vacunación), se emitieron más de 100 sanciones, según informó Ricardo Sheffield, procurador Federal del Consumidor (Profeco), en su momento. No precisó la causa, pero dio a entender que el no estar inscrito ante su dependencia fue el motivo principal.
Quizá estos casos podrían parecernos lejanos; tal vez en México no existan las mismas leyes que en Colombia u otros países y, por ende, las mismas sanciones. Sin embargo, siempre será útil aprender en cabeza ajena y conocer los fallos de otros, para evitar repetirlos nosotros.
Y tú, compañero funerario, ¿ya has revisado como está funcionando tu negocio?