El tétanos es una infección grave causada por una toxina generada por la bacteria Clostridiumtetani que está presente en el suelo. No se transmite de persona a persona pero se puede adquirir la infección cuando las bacterias invaden el cuerpo a través de heridas.
Su agente causal es un bacilo “gram-positivo”, anaerobio y esporulado, es decir, es capaz de sobrevivir y multiplicarse en medios sin oxígeno y se propaga a través de esporas, que es una forma biológica de alta resistencia para sobrevivir ante variaciones extremas de temperatura, de sequía, durante largos períodos de tiempo y frente a la acción de los desinfectantes comunes.
Es una bacteria ampliamente distribuida en la tierra, sobre todo los suelos que son ricos en materia orgánica ricos en carbono como los suelos con abono y fertilizantes.
También puede encontrarse en polvo seco y en las heridas de personas que se infectaron de tétanos, pero que no enfermaron (portadores sanos).
Por otra parte el bacilo produce exotoxinas que son “venenos” muy activos y potentes que afectan las neuronas motoras del sistema nervioso.
Por todo lo anterior el Clostridiumtetanies particularmente peligroso y letal para las personas que trabajan con instrumentos o herramientas punzo cortantes.
La puerta de entrada por lo tanto puede ser la piel u otro tejido en el que mediante punciones sucias o quemaduras sean afectadas. Una forma de tétanos relacionada a la atención del parto en me- dios sin la higiene y asepsia necesaria, es el neonatal, que ocurre cuando con un instrumento contaminado de la bacteria se corta el cordón umbilical del recién nacido. Las personas vulnerables a esta infección es toda aquella que sea infectada por la bacteria y no esté inmunizada.
Actualmente, los casos de tétanos han disminuido radicalmente debido a la amplia difusión y cobertura de la vacunación antitetánica entre las personas que realizan actividades en las que existe el riego potencial de cortaduras o punciones. El tétanos neonatal puede ocurrir todavía en algunas regiones de extrema pobreza y en donde no hay atención institucional del parto. Por lo tanto, pese a su peligrosidad, el tétanos es prevenible mediante la inmunización y la asepsia.
(Fragmento del artículo que se publica en NOVUS FUNERARIO Nº9, ya en circulación)